La Flor del Espíritu Santo: secretos y cuidados para cultivarla con éxito en nuestro jardín

Cultivar la Flor del Espíritu Santo en nuestro jardín puede resultar un desafío arduo. Esta flor, con su encanto místico y exclusividad climática, embellece los jardines más afortunados del pequeño Istmo. Sin embargo, no todos tienen la fortuna de poseerla, y muchos fallan en el intento de hacerla florecer en su propio espacio.


Es muy importante que la planta de Peristeria Elata sea sembrada en un envase con suficiente espacio para que pueda tener mejor aprovechamiento de oxigeno y un PH neutro.
 

¿Qué cuidados se deben tener con la Flor del Espíritu Santo? 

Deben tener cuidado en su siembra. La Flor del Espíritu Santo es una orquídea epífita, que también vive arriba de los árboles, aunque la mayor parte se cultiva en el suelo, lo que implica vigilar la cantidad de humedad que debe tener la planta para que no sea afectada por hongos en su sistema radicular.



¿La planta se puede colocar en cualquier zona del jardín?

Lo ideal es ponerla en un lugar fresco y mirar que no se le seque el sustrato porque requiere de un grado de humedad. Recomiendo sembrarla en un envase que tenga un espacio, puede ser de 12 pulgadas de largo, para que tenga una buena profundidad y se le pueda echar buen sustrato, con materiales de vegetales. También hay que cuidar que el Ph del agua sea neutro, sin mucho cloro y supervisar algunos áfidos (insectos) que las atacan por debajo de las hojas.


¿Qué tipo de sustrato recomienda?

A ella le gusta   mucho el arbusto de mango, nance, calabaza. Son sustratos en los que le gusta enraizarse bien. Antes de usarlo, hay que comprobar que sea un sustrato fitosanitariamente bien manejado. Debe aplicarse algún fungicida para controlar las  enfermedades que venga en el sustrato.

Es una planta del trópico, prefiere un clima húmedo. Se adapta y desarrolla mejor a una altura de 500 a 700 metros sobre el nivel del mar.


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